Charlie es un gran danés de dos años que vive en el condado de Clare, en Irlanda. Su dueña, una niña de tres años, padece epilepsia. Charlie ha aprendido a detectar con 20 minutos de antelación cuando la pequeña va a sufrir un ataque.
Cuando Charlie siente que a Brianna le va a dar una ataque, se coloca al lado de la niña para que no se caiga y empieza a llamar la atención de sus padres.De esta forma, los padres de la niña pueden administrarle la medicación que necesita, ya que tiene que tomarla en los minutos posteriores a los ataques.
Es increíble lo útiles que pueden llegar a ser estos animales para ayudar a llevar algunas enfermedades.
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