La mamá, una perra podenco-grifón, daba a luz a cinco cachorritos: tres de color blanco y dos verdes. Sus criadores pensaron que era suciedad y trataron de limpiarlos, pero por mucho que frotaban no se iba el color. Así que, llamaron al veterinario.
Una de las crías murió a las pocas horas debido a su debilidad. El otro va ganando poco a poco peso y mejorando su estado de salud. Al parecer los animales han nacido así por ina infección vírica o bacteriana durante la gestación.
Hasta ahora, sólo se conocía un caso similar en Brasil. Con el tiempo, el pelaje del cachorro irá perdiendo poco a poco este color hasta coger un tono similar al de sus hermanos.
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