En la naturaleza este miedo produce un estimulo de huida, pero en la vida doméstica la respuesta de pánico y huida puede ser una amenaza real para el perro.
¿Qué podemos hacer?
- Intentar mantener la calma para transmitir seguridad al perro.
- Crear un lugar seguro donde pueda esconderse.
- Desviar la atención hacia un estímulo positivo que tenga mucha fuerza para el perro. Por ejemplo, si le gusta jugar con la pelota intentaremos que centre su atención en la pelota y no en los petardos.
- No regañar al perro cuando muestre miedo ni acariciarle. Si lo acariciamos reforzamos la conducta. Lo mejor es ignorarle hasta que se tranquilice y después premiarle cuando esté calmado.
- Si el perro se esconde debajo de algún mueble no debemos forzarle a salir.
- Camufla en lo posible el ruido que le da miedo: Baja las persianas, pon la tele o pon música.
- Usar feromonas (DAP). Las feromonas están recomendadas en situaciones estresantes para el perro.
- No dejarle en el exterior de la vivienda. Dejalé dentro de casa con las puertas y ventanas cerradas. En ocasiones los perros cuando se asustan intentan escarpar. Esto puede llegar a ser muy peligroso ya que pueden sufrir una caída, un atropello o quedarse colgandos de una valla.
- Consultar con un adiestrador para que intente desensibilizarlo.
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